Cuando algo está hecho con el corazón y con todas las ganas del mundo se nota. Este es el caso de MUCHACHA ITALIANA VIENE A CASARSE, la nueva novela de Pedro Damián que marca el regreso del productor a los melodramas, luego de haberse dedicado por un tiempo a las producciones juveniles.
¿Pero por qué digo que esta telenovela está hecha con el corazón? Pues porque tanto como el equipo de producción, actuación, literario y hasta el de relaciones públicas dan todo de si para hacer de esta novela la mejor que actualmente tiene Televisa. Todo lo que usted ve en pantalla es el resultado de un gran trabajo en equipo.
La novela cuenta la historia de Fiorella (Livia Brito), una joven italiana que tras la muerte de su padre (Ricardo Blume en una participación especial) decide aceptar la propuesta de matrimonio de un viejo amigo de éste (Enrique Rocha) y venirse a vivir a México para salvar la vida de su hermana enferma, Gianna (Ela Velden).
"Eres lo primero que pienso al despertar y la última imagen que pasa por mi mente antes de dormirme.", "Mi vida entera no va a ser suficiente para hacerte feliz. Me van a faltar días.", "Cómo voy a querer sacarte de mi vida, sí tú eres mi vida misma." Parecería que estos diálogos fueron sacados de un libro de poesía, ¿verdad? Pero no; estos provienen de la mente de un equipo literario comandado por María Cervantes Balmori y Luis Mariani, y completado por Mario Iván Sánchez, Rocío Lara y Mariana Palos, quienes así como pueden hacernos suspirar y morir de amor con los diálogos más románticos, son capaces de desgarrarnos el corazón con los diálogos más crueles. Sí bien es cierto que durante un tiempo se sintió que la trama no iba haciía ningún lado y algunas subtramas se tardaban mucho en solucionarse (el embarazo de Sonia y la promesa de Fiorella), la novela se sostuvo gracias a las actuaciones de su reparto, especialmente a la de sus protagonistas.
Y es que por más excelente que sea un guión, sí los actores que eligieron para los personajes principales no son buenos, estos nunca te van a transmitir nada. Afortunadamente este no es el caso porque Livia Brito y José Ron tienen una estupenda química que al verlos en escena es como sí estuvieras viendo a una pareja de la vida real; ambos actores hacen morir de amor al telespectador con esa maravillosa complicidad que poseen.
Estos jóvenes talentos se ven apoyados por actores de gran calibre como Isela Vega, el ya mencionado Enrique Rocha y una exquisita Nailea Norvind en el papel de la cínica e hipócrita Federica Ángeles. Mención especial para Raquel Garza y César Bono, que interpretan a un matrimonio que resulta toda una delicia verlos discutir por cualquiera tontería; y para Claudia Acosta como la simpática sirvienta Simona. Pero así como hay actores buenos, también hay algunos que exageran un poco a tal punto de verse sobreactuados.
La manufactura con la que está hecha el melodrama es impecable, la hermosa fotografía de Salvador Ortega y la armoniosa musicalización de Octavio Castañeda, son todo un deleite tanto para la vista como para el oído.
Es una pena que MUCHACHA ITALIANA VIENE A CASARSE no esté recibiendo la atención, ni teniendo el rating que se merece. Les aseguro que sí estuviera en el horario estelar del Canal de las Estrellas otra cosa sería.
CALIFICACIÓN: -Excelente
-MUY BUENA
-Buena
-Regular
-Mala
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